Hoy os quiero presentar el rábano sandía, un pariente del rábano Daikon, cuyo corazón sorprende a quien lo prueba.

Qué es el rábano sandía

El rábano sandía es un tubérculo de origen asiático perteneciente a las crucíferas, familia del rábano picante y la mostaza.

También llamado shimrimei, corazón de la belleza, rábano Roseheart o red meat, es muy apreciado en Japón, donde se considera un alimento gourmet, aunque poco a poco se va dando a conocer en el resto del mundo.

Esta variedad de rábano tiene forma globular y un tamaño que ronda los 8cm. Su piel, en tonos que van del blanco cremoso al verde pálido, alberga un interior estriado rosado-magenta que recuerda a la sandía y que le otorga su llamativo nombre. Gracias a su gran vistosidad, es ideal como elemento decorativo en otras elaboraciones y cócteles.

Su carne es crujiente, firme y suculenta, mientras que su sabor es mucho más suave y menos picante que el del rábano común. Aunque su piel es amarga, cuenta con un agradable interior que se vuelve más dulce en su parte central, con toques a pimienta y almendra. Una particularidad de este tipo de rábano es que su sabor se suaviza a medida que madura.

El rábano sandía puede consumirse en crudo, directamente en ensaladas o encurtido, pero también salteado, frito y cocido. Se utiliza frecuentemente como sustituto del apio en ensaladas de atún o pollo, así como para elaborar ricas guarniciones.

Prueba a laminarlo finamente y servirlo con pepino, rúcula, unos piñones, una vinagreta ligera y nuestras escamas de sal de Pasión & Carácter. También combina fenomenal con los cítricos y el queso.

Propiedades y beneficios para la salud

Por un lado, el rábano sandía aporta numerosas vitaminas, entre las que destacan la vitamina C y la vitamina A, así como tiamina (B1), riblofavina (B2), niacina (B3) y ácido fólico (B9).

Contiene un amplio abanico de minerales tan importantes como el calcio, fósforo, potasio y magnesio. Además, ofrece en menor medida hierro, sodio, zinc, selenio, cobre y manganeso.

Por otro lado, favorece el proceso digestivo gracias a las enzimas y su contenido en fibra, a la vez que contribuye a desintoxicar la vesícula.

Otro de sus beneficios es que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares como el colesterol y la diabetes.

Finalmente, su escaso contenido calórico y las propiedades antisépticas, hidratantes, antioxidantes, diuréticas y tonificantes del rábano sandía, lo convierten en un alimento muy interesante.