La dieta mediterránea nos ofrece un amplio abanico de alimentos durante todo el año. Algunos de ellos, además de ser deliciosos, aportan un toque de color a las elaboraciones. Un buen ejemplo de ello es la remolacha, cuyas excelentes cualidades quiero presentaros hoy.

Propiedades de la remolacha

La Beta vulgaris o remolacha es también conocida como betabel, beteraba, betarraga o beterraga, entre otras denominaciones. La remolacha común, remolacha roja o remolacha de mesa pertenece a la especie herbácea de la familia Amaranthaceae, de la que también forman parte la quinoa, las acelgas y las espinacas.

Aparentemente originaria del norte de África, su cultivo se extendió rápidamente por la cuenca mediterránea muchos siglos atrás. Se cree que en un principio únicamente se aprovechaban las hojas. Más adelante, se descubrieron los usos culinarios y medicinales de su raíz o bulbo, que es la parte que actualmente consumimos.

Esta raíz de forma globosa puede alcanzar entre 5 y 10 cm de diámetro y su peso oscila entre los 80 y los 200 gramos. Exteriormente, cuenta con una fina piel de tonos violáceos, anaranjados, rojizos o marrones que ayuda a preservar su suculento interior. Su pulpa suele ser de color rojo intenso y en ocasiones cuenta con círculos concéntricos blancos.

Entre sus propiedades nutricionales, la remolacha destaca por su contenido en vitaminas y minerales. Por un lado, aporta vitamina C y vitaminas del grupo B, como la B1, B2, B3 y B6. Pero además, es una fuente de ácido fólico (vitamina B9), imprescindible para el buen desarrollo fetal. Adicionalmente, proporciona minerales tan importantes como el potasio, magnesio, fósforo, yodo y hierro.

Por otro lado, su alto contenido en fibra y su bajo aporte calórico (unas 41 kcal por cada 100 gramos), la convierten en la aliada perfecta para las dietas de control de peso.

Beneficios del consumo de remolacha

Además de todos los nutrientes que hemos comentado, a la remolacha se le atribuyen otros beneficios para la salud.

En primer lugar, la betanina que contiene (el pigmento que le da su color) es un flavonoide anticancerígeno, utilizado para la prevención y el tratamiento de tumores cancerígenos. También es un excelente antiinflamatorio.

La remolacha también se emplea como antioxidante, que además de retrasar el envejecimiento y protegernos de enfermedades, desintoxica el organismo. Al mismo tiempo, sirve para controlar la hipertensión y otros problemas cardiovasculares, ya que el ácido nítrico que contiene ayuda a dilatar los vasos sanguíneos. Esto también la hace interesante para los deportistas, ya que favorece la llegada de sangre oxigenada a los músculos y la recuperación muscular tras el ejercicio. Todo ello sin olvidar que su contenido en carbohidratos de acción lenta aporta energía de forma prolongada.

Por último, la remolacha está indicada para prevenir las cataratas y frenar la degeneración macular.

La remolacha en la cocina

Culinariamente hablando, la remolacha es muy versátil entre fogones, siendo ideal tanto para recetas saladas como dulces, aportando un toque único de color.

De sabor terroso similar al de las acelgas, suele consumirse acompañada de otros alimentos. Una de las formas más habituales de tomarla es en ensalada, ya sea cruda, cocida o al vapor, pero también es ideal para jugos, cremas, sopas, purés, tartas y helados.

Sin embargo, si queréis disfrutarla de manera diferente, deliciosa y original, desde Pasión & Carácter os recomendamos que probéis nuestro hummus de remolacha, disponible en la carta de nuestro Food Lab. ¡Os encantará!