Las condiciones climatológicas y orográficas de España hacen posible el cultivo de una amplia variedad de frutas y hortalizas. No en vano somos uno de los principales países productores de alimentos tan valorados como las alcachofas, de las que quiero hablaros hoy.

Conociendo las alcachofas

Cynara scolymus es el nombre científico de la alcachofa, una planta herbácea de la familia Asteraceae, emparentada con los cardos y también conocida como alcachofera o alcaucil.

Lo que popularmente conocemos como alcachofa es el fruto de la planta. Se trata de una inflorescencia inmadura, es decir, una flor que no ha madurado todavía, pero que se encuentra en su punto óptimo de consumo. Sus hojas exteriores son de color verde claro y brillante, duras y fibrosas, volviéndose más claras, tiernas y delicadas según nos acercamos a su corazón.

Se cree que el origen de las alcachofas está en el norte de África. De hecho, existen diversas representaciones del Antiguo Egipto en las que aparecen dibujos que guardan gran similitud con las cabezas de alcachofa o de cardo. Además de esto, los viajes comerciales de griegos y romanos posiblemente ayudaron a su expansión por la cuenca mediterránea. Hoy en día se cultiva en muchas zonas del mundo.

Las alcachofas necesitan de un clima suave y templado para desarrollarse, aunque también se adaptan a ambientes más fríos. En nuestro país, abundan en la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, aunque también se encuentran en Navarra, Comunidad de Madrid, La Rioja, Cataluña y Andalucía.

Entre las variedades más populares producidas en España está la alcachofa blanca de Tudela, que además de en Navarra, se cultiva en Benicarló, donde es su producto gastronómico por excelencia. Por otro lado, también contamos con alcachofa violeta, cuyo destino mayoritario es la exportación a otros mercados europeos, y diferentes variedades híbridas.

La época óptima para su consumo se extiende desde octubre o noviembre hasta el mes de mayo. Si bien es cierto que actualmente algunas variedades se recogen entre abril y noviembre, lo que nos permite disfrutar de las alcachofas prácticamente todo el año.

Propiedades y beneficios de la alcachofa

Las alcachofas son muy apreciadas por su valor culinario, pero también a nivel nutricional y por sus aplicaciones medicinales.

El principal componente de las alcachofas es el agua, alcanzando alrededor del 80%. Esto, unido a su alto contenido en fibra saciante y su bajo contenido calórico, la convierten en un ingrediente ideal para las dietas de control de peso.

Son ricas en vitaminas del grupo B, como la B1, B3, B5 y B6, así como vitamina A, C y K. En cuanto a los minerales, aportan interesantes cantidades de sodio, potasio, calcio y fósforo.

Sin embargo, las alcachofas contienen otros compuestos que las hacen muy especiales. Uno de ellos es la cinarina, un compuesto activo amargo pero muy beneficioso para la salud, gracias a sus propiedades colagogas y coleréticas.

Entre otras acciones, impide la acumulación de grasa en el hígado, evita la formación de piedras en la vesícula biliar, favorece la eliminación de la orina y regula la formación de colesterol. Por tanto, es ideal para tratar problemas de retención de líquidos, cálculos renales e hipertensión, siendo buena para la salud cardiovascular y renal. Al ser depurativa, ayuda a eliminar toxinas, contribuyendo a mejorar muchas afecciones cutáneas.

Adicionalmente, la alcachofa contiene inulina, un polisacárido que forma parte de la fibra alimentaria. Ésta ayuda a estimular la microbiota, favorece el tránsito intestinal evitando el estreñimiento y estabiliza los niveles de azúcar en sangre.

Finalmente, las alcachofas también se emplean para combatir diferentes problemas digestivos, como la acidez, las náuseas o el dolor abdominal, así como en tratamientos de migraña.

Cómo disfrutar de las alcachofas

El delicado sabor de las alcachofas las convierte en un ingrediente muy versátil de la gastronomía mediterránea. Ciertamente, existen miles de maneras de disfrutarlas: crudas, cocidas, en conserva, salteadas, fritas, horneadas, al vapor… También se utilizan para enriquecer ensaladas, platos de pasta o arroz.

Pero, sin duda, una de las formas más ricas de tomarlas es confitadas a baja temperatura, tal y como las preparamos en Pasión & Carácter. Una receta sana y deliciosa que conquistará a quien la pruebe.

Y vosotros, ¿conocíais todo lo que aportan las alcachofas?